domingo, 20 de agosto de 2017

Escorial, Valle de los Caídos, Palacio Real (2 de Febrero de 2017)

En el Monasterio de San Lorenzo del Escorial  las habitaciones privadas de Felipe II son muy modestas. «Voy a edificar un templo para Dios, dijo, y una celda para mí» (aparate de una tumba para su padre). Y lo cumplió.

La Cripta Real es una especie de hexágono tan austero como shockeante para un amante de la historia.

Mi familia de origen fue y es hincha del Club San Lorenzo de Almagro, más unido al cura Lorenzo que a la historia española. 

Sin embargo me llamó aquí la atención, a partir del resto de las tumbas, la presencia del rojo de los Austrias (coincidentemente el de los Trastámara era borgoña) y el azul de los Borbones. No puedo evitar pensar que hay alguna relación en todo esto.
Seguimos nuestra excursión visitando el controversial Valle de los Caídos. Las miles de tumbas, en general, no pueden ser visitadas.  Lo que hay a la vista son una gigantescas galerías externas con columnas que enmarcan majestuosamente a la Abadía de la Santa Cruz.

Según nos dijeron, la basílica sería más larga que la del Vaticano. La Basílica tiene 262 m. de longitud y alcanza su máxima altura en el crucero, donde se alza hasta los 41 m. 

La roca aflorando en la crucería (junto con la humedad) parece insinuar un triunfo final de la naturaleza sobre el hombre.  "Justo antes de pasar la reja, dos ángeles con espadas, de Carlos Ferreira, custodian la entrada como los ángeles del Paraíso. 

Según testimonio del fundidor, están elaborados con bronce de cañones de la guerra, en señal de que ésta por fin ha terminado". Dan miedo.



¿Estaba la cruz ahí? "Su altura total es de 150 m., de los que 25 corresponden al basamento con los evangelistas, 17 al cuerpo intermedio con las virtudes y 108 al fuste de la cruz. Si a ello se añade la altura de la peana rocosa sobre la que se alza, habría que sumarle los otros 150 correspondientes a ésta. La longitud de los brazos es de 46’40 m."
Parado frente a ella, no logramos verla.


Una de las pocas veces que nos complicó el clima en el periplo. Por ejemplo, sólo vimos nieve (de la semana anterior) en este lugar mientras el resto de Europa estaba sumergida en tormenta digna de Juego de Tronos.

En realidad, en España estaban más preocupados por la persistente sequía y las complicaciones que generaba con la producción de energía hidroeléctrica.

En el Palacio Real vimos la Armería Real, El Mirador, y una muestra Carlos III. Algunas de las salas que visitamos estaban llenas de turistas. Finalizamos tomando chocolate y comiendo churros en la Chocolatería San Ginés 

( TODAS  LAS  FOTOS  PERTENECEN  A MI CUENTA  DE
 INSTAGRAM @elviajeroinvernal )

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